Cerrar un ciclo y salir "entero/a"

Hablamos de libertad continuamente, adoramos este concepto, “quiero sentirme libre” ¡¡wow!! ¡¡Qué sensación!!

pero… al final…, ¿eres tan libre como crees?

Depende….

Si miras cuánto dependes de una relación, sea de pareja, de familia, de amistad o cuánto dependes de un trabajo o…cuánto dependes de situaciones que te rodean y de las que no logras salir aunque quieras auto justificarte constantemente ya que tan solo pensar que te pueda faltar esta relación ya sientes un dolor interno, profundo y una sensación de estar perdido/a……la verdad, tampoco eres tan libre.

‘La libertad comienza cuando te desprendes de todo aquello y de todos aquellos que no te dejaban sentir libre’.

— Buda

La libertad pasa por el desapego, término del que se habla mucho y se practica poco, más que nada porque no es fácil; pasar de un estado a otro, pasar de tener pareja o no tenerla, es decir, dejar a tu pareja o que te dejen, es una situación en la que, seamos sincero/as, por muy preparad@s que estemos, no somos “super man/woman” y cuesta…a veces, demasiado…, y el precio que pagas durante y después de ello, es realmente alto.

Si hablamos del desapego en una separación de pareja (que igualmente lo puedes aplicar a otras situaciones), hablamos de que ya es hora de que salgas de tu zona de confort, que es un término no muy adecuado teniendo en cuenta que la zona de confort no es que sea siempre confortable, sino que es la zona donde te mueves de forma segura, incluso si estás sumergido/a en el sufrimiento pero, es en la cual tu cerebro se encuentra cómodo porque es lo que conoce y sabe lo que puede o no esperar en tu vida y, eso, a tu cerebro le encanta. 

La predicción es lo suyo así que coloca el “No molesten” en la puerta y se niega a cambiar nada.

¿Quieres conocer la razón por la cual te cuesta tanto separarte?

¿Incluso cuando sabes perfectamente que no estás bien en esta relación? 

Partiendo de los vínculos que estableciste con mamá y papá cuando eras pequeñito/a y dependiendo de qué tipo de relación tuviste, ¡¡ahí está la clave!!

Diferenciamos 3 tipos de apegos que puedes haber vivido en tu infancia:

• Apego seguro: el vínculo con tu madre, padre o ambos fue sano, incondicional y lo viviste con presencia por su parte. Las personas que han vivido este tipo de apego son las que más fácilmente pueden recuperarse después de una pérdida o separación de pareja.‍
• Apego ansioso-ambivalente: se trata de un apego inseguro donde el vínculo que tú viviste fue de “a veces sí, a veces no”, es decir, a veces tus progenitores estaban para ti, y a veces no, por tanto, viviste esta inseguridad y eso puede traducirse en la adultez en la no aceptación de una separación al tener miedo al abandono.‍
• Apego inseguro/evitativo: el vínculo con tus progenitores no existió, lo viviste como carente y eso ha hecho que en la vida vayas protegiéndote para no sufrir estableciendo relaciones en las que no acabas de implicarte 100% y que, a la vez, te provocan sufrimiento.

Cuando empiezas a tomar consciencia de cómo viviste esa relación con esas primeras personas que conociste en tu vida que son tus padres, empiezas a entender muchos de tus comportamientos y es cuando puedes también comenzar a cambiarlos.

¿Cómo puedes gestionar esta situación y sentirte lo mejor que puedas dentro de una realidad que no te resulta agradable?

Pide una sesión conmigo, indagaremos en el tipo de vínculo que tuviste de forma sana y conseguirás desbloquear ese patrón mental que llevas desde hace tantos años y que te limita en tus relaciones de pareja para vivirlas a partir de ahora de otra forma muy diferente.

También tienes la opción de realizar mi curso "Superar una ruptura de pareja" que te ayudará a superar esta etapa de tu vida mejor y más rápidamente. Para más información sobre el curso entra en el siguiente enlace:

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Deseándote siempre una vida plena y abundante,

Lina Tur

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