Ha llegado el momento…
Algo en tu interior te dice que ya no se puede esperar más y está clamando a gritos que hables.
Y, hablar para comunicar una separación no es fácil, nada fácil.
Puede tratarse de una separación amistosa o puede ser una separación solo deseada por una de las partes. Sea de una forma u otra, siempre es dolorosa.
A esto le sumamos que puede haber hijos, propiedades, empresas o cualquier otra cosa en común y sobre la que se tenga que llegar a un acuerdo.
La conclusión es que se necesita de un cierto grado de madurez emocional y de una muy buena comunicación para afrontar este momento tan delicado.
Así, una vez tomada la decisión, que posiblemente es lo que más cuesta y de la que casi nunca se está seguro/a al 100%, te diré que no existe un manual de instrucciones con un guión a seguir ya que cada caso es diferente, pero lo que sí existen son una serie de claves o consejos a tener en cuenta para que esta situación sea lo menos difícil posible, y, sobre todo, para que no se te vaya de las manos.
Hoy en día, desgraciadamente muchas personas se escudan en el whatsapp, correo electrónico y otras vías similares.
Estamos hablando de alguien que ha significado algo en tu vida y de una parte de tu vida que vas a cerrar; hazlo bien, por mucho que te imponga y que te duela.
Solo por lo que ha habido entre vosotros ya merece el respeto poder hablar y también escuchar lo que la otra parte tiene que decirnos.
Decir adiós con un whatsapp o simplemente desaparecer, además de pobre y triste, dice mucho de la persona que lo hace y desde luego no dice nada bueno, eso sin contar con el daño que produce a la persona que ha sido dejada que se quedará bloqueada intentando entender qué ha podido suceder y, quizás hasta autoculpabilizándose por ello.
Si esperas a encontrar el momento ideal, no lo vas a encontrar nunca. Asume tu parte de responsabilidad y no lances la culpa de lo que estáis viviendo hacia la otra persona ya que más que solucionar, complicaría la separación.
Un momento en que dispongáis de tiempo para ello, un lugar preferentemente privado (no en lugares públicos), que sea agradable y cómodo para ambos y en el que haya el mínimo de distracciones posibles.
Aunque luego puedes ir improvisando, por supuesto, no se trata de aprenderse un guión y recitar pero sí de poner previamente en claro las ideas para no dejarse llevar por el enfado, la excesiva tristeza, o cualquier otro sentimiento negativo que pueda aparecer dependiendo de cómo se desarrolle la conversación.
Evita a toda costa entrar en un enfrentamiento en este momento, no es el objetivo.
Mantén una forma de hablar cordial y agradable y un tono de voz respetuoso en todo momento.
Sin estar dando rodeos o sin acabar de hablar claro. Esto provoca malentendidos y falsas expectativas.
Sé asertivo/a en tu comunicación y habla siempre desde ti, sin señalar como culpable al otro de haber llegado a esta hasta aquí.
Expresa desde lo que tú sientes por la situación que estás viviendo, o sea, en primera persona y siendo lo más sincero/a posible.
Puedes empezar diciendo algo del estilo: “Quiero hablar de algo importante para nosotros”, es una forma de avisar al otro/a de que la conversación será seria.
Aplica la escucha activa abriendo un espacio en el que tanto tú como la otra persona podáis expresar vuestros sentimientos y emociones.
Respeta los turnos para hablar sin pisar al otro/a.
Ha habido un distanciamiento, una evolución diferente por parte de cada uno y nada más y es inútil darle más vueltas o buscar otro tipo de explicaciones.
Éstas y otras frases de este estilo son muy utilizadas en estas situaciones y, la verdad, no aportan nada al momento, más bien confunden y dejan al otro/a peor, por tanto, intenta evitarlas.
Puede ocurrir que se lo tome fatal y llore, grite, etc., puede empezar a echarte cosas en cara o puede que no reaccione en el momento y se quede como en estado de shock.
Sea cual sea su reacción, mantente firme en tu decisión y no entres en ningún juego de acusaciones, culpables ni nada por el estilo. Permanece lo más lineal y en calma que te sea posible sin alterarte.
Un tiempo para aceptar, integrar la situación y poder luego pasar a algunos temas pendientes que pueda haber.
Este período puede ser cuestión de días o semanas.
Es importante recordar en todo momento que el respeto, la educación y la empatía son las claves para poder gestionar esta situación de la mejor manera.
Y para concluir, cuando una separación no se gestiona correctamente, va a tener repercusiones a medio-largo plazo y para ello lo mejor es acudir a un profesional que te acompañe y ayude en este momento a poder superarlo de la mejor forma posible.
Si es tu caso, no dudes en ponerte en contacto conmigo. Estoy precisamente especializada en recuperación después de una ruptura de pareja, salir de la dependencia emocional y también en terapia de pareja.
La vida sigue y tu vida sigue y lo importante es que ahora empieces a mirar hacia delante lo antes posible dejando lo vivido en paz para abrirte a las nuevas oportunidades que te están esperando.
"Por dura que haya sido la experiencia, por costoso que haya resultado el error, siempre es posible volver a empezar".
—Jorge Bucay
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Con mucho cariño,
Lina
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