Decido voluntariamente estar sin pareja

¿De verdad que todavía te suena raro cuando alguien te dice que ha decidido estar solo/a y no tener pareja?

¿Qué… se encuentra bien así? 

Espero que no, porque los tiempos han cambiado, y mucho, y ahora mismo hay muchas formas de vivir las relaciones y todas y cada una de ellas muy respetables, siempre y cuando los miembros de estas estén de acuerdo y no perjudiquen a nadie. 

Dentro de todas las posibilidades actuales, nos encontramos con personas, y, por cierto, cada vez más, que deciden vivir sin una relación de pareja “al uso”. Tienen amigos/as, compañeros/as, pero no una persona fija que se le llame “pareja” como tal.

A estas personas se las conoce como “singles” aunque tengo que decir que a mí, personalmente, el tema de poner nombres o etiquetar no es algo que vea ni necesario ni útil, simplemente son personas que han decidido que su vida sea así y punto, se llamen como se llamen.

Te sorprendería la cantidad de personas que hay actualmente que piensan así y que además disfrutan de una vida plena y con significado.

La clave real es que esta decisión esté tomada desde la consciencia, habiendo dejado el pasado atrás en paz y sin arrastrar cargas ni rencores de historias vividas.

Vamos, que no esté condicionada por miedos a repetir experiencias negativas anteriores, en cuyo caso estaríamos hablando de una huida y quizás sería bueno revisarlo para cerrar etapas y poder continuar el camino de la vida de forma más equilibrada y ligera.

Ten en cuenta que la relación más importante que vas a tener en tu vida es contigo mismo/a.

Tener una buena relación contigo mismo/a da sentido a tu vida, te permite desarrollarte, sacar tus fortalezas, madurar emocionalmente, vivir de forma consciente y en conexión contigo y con tu vida, y eso pasa por aceptar tu pasado comprendiendo que forma parte de tu biografía y dejarlo cerrado y en paz.

El hecho de evitar tener una relación de pareja para no sufrir o, por otro lado, seguir buscando desesperadamente tener una relación de pareja que supla a la anterior, es decir, a una carencia tuya, es un grave error y desgraciadamente, muy común.

Al final, lo que consigues es el efecto justo contrario, ni evolucionas como persona ni eres capaz de utilizar tus capacidades y fortalezas ya que ni siquiera las ves.

Desde luego, el estado ideal no existe de forma generalizada, cada uno elige el suyo y tu felicidad desde luego no está relacionada con tener pareja o no, sino más bien de la paz y bienestar que tengas contigo en tu interior. Lo otro ya vendrá después.

El tema de la soledad no es algo con lo que deba convivir el que no está con pareja porque ya sabes que muchas veces se está en pareja, pero uno siente mucha soledad, con lo cual...

¿cuál es la mejor opción?

Ni una ni otra.

Lo ideal es estar solo/a siendo consciente de que si se elige este opción habrá momentos de soledad que habrá que gestionar.

Por otro lado, en el caso de estar en pareja, saber discernir entre el querer tener “tus ratitos” de soledad contigo mismo/a (algo muy normal, necesario y humano) o el de sentirse "físicamente acompañado" y "emocionalmente solo/a", lo que hace replantearse si eso se llama relación de pareja, y es realmente lo que quieres.

Al final, como en todo, siempre hay un inicio, una base por donde empezar y un final, un objetivo al que llegar y en ambos casos aquí es el mismo, el estar bien con uno mismo/a.

Por tanto, si quieres aprender a quererte aumentando tu autoestima, a soportarte en los buenos y en los malos momentos, a mirarte hacia dentro y ver qué hay y que puedes sacar de ahí para utilizarlo a tu favor así como acabar de cerrar cualquier etapa de relaciones pasadas que pudieran todavía estar pendientes y no te dejan avanzar, contacta conmigo.

Estoy segura de que haremos un gran trabajo que te llevarás de por vida.

Tu felicidad no tiene precio.

Invierte en ti construyendo tu mejor versión día a día.

Me encantará acompañarte e ir viendo los resultados.

Te espero,

Lina