“Me ha dejado…
todavía no me lo puedo creer…
no puede ser verdad…
me siento perdido/a…
no tengo ganas de nada…
¿podría haber hecho las cosas diferentes?...
me siento culpable…
si no hubiera hecho o dicho…
siento que estoy sin fuerzas …
no puedo dormir bien por las noches…
no tengo hambre o, al revés, como a todas horas…”
Éstas y otras frases similares pueden ser pensamientos que vienen solos a la cabeza cuando a uno/a le deja su pareja y que afectan a nivel emocional y, a nivel físico.
Por una parte, empiezan a aparecer todos los recuerdos buenos que se vivieron al tiempo que te embarga una sensación de culpabilidad, tristeza, desesperación, ansiedad, ganas de llorar, tendencia al aislamiento evitando ver a otras personas y no ser capaz de disfrutar con las cosas que siempre te han gustado. Y todo esto, sumado al dolor en tu corazón, un dolor interno que uno no sabe en ese momento cómo calmar ni qué hacer.
Es un momento difícil en la vida con un impacto emocional fuerte y nuestra autoestima queda muy “tocada”.
Además, al principio de la ruptura piensas que este sufrimiento es para siempre o, para mucho tiempo, ya que no ves la salida alimentándote de pensamientos que te “torturan” con lo que el sufrimiento aumenta, es como estar dando vueltas en una rueda sin poder parar.
En realidad, esto pasa durante un tiempo, dependiendo de la persona, por supuesto, será más o menos tiempo pero pasará, ten por seguro que pasará; tu cerebro es muy adaptativo y tu biología, por pura supervivencia, va a hacer todo lo posible para adaptarse a la nueva situación y, de esta manera, podrás rehacer tu vida volviendo a estar bien y disfrutando de la felicidad.
Recuerda, el día que sientas que estás recuperado/a, escribirme y contármelo, así podré decirte la famosa frase: “¡Te lo había dicho!” ;)
Hay una primera fase, justo después de la ruptura que es normal sentir todo lo expuesto al inicio de este artículo, pero…, llega un momento que eres capaz de rehacer tu vida y superar esta situación. Si no ocurre así y este estado se alarga en el tiempo hay un peligro, como todo lo que en la vida sacamos del equilibrio, y es, que si este sufrimiento dura mucho y no haces nada para salir de él, puedes tener problemas serios ya que cuanto más tardes en salir, menos fácil se hace volver a tu estado de bienestar.
Evidentemente, no vas a sentir lo mismo si se trata de una ruptura que “ya se veía venir” o que habéis estado luchando para salvarla y no ha sido posible, o, una ruptura en la que te dejan de un día para otro y no te lo esperabas. Generalmente, el tiempo que tardarás en recuperarte será distinto.
Hay ciertos comportamientos que son muy comunes y pensamos que no afectan pero, la realidad, es que cuanto más lo hagas, más sufrimiento te creas y, ahora mismo de lo que se trata es justo de lo contrario.
Algunas de las conductas de las que hablamos que no te conducen a ninguna situación positiva son:
Y, sobre todo, no vuelvas a tener una relación de pareja hasta que sepas relacionarte bien y de forma sana contigo mism@.
Es la única “clave esencial” para asegurarte unas futuras relaciones saludables.
Si estás en esta situación y crees que necesitas ayuda, no dudes en contactar conmigo, estoy especializada en ruptura de pareja y puedo ayudarte a recuperar tu ilusión por la vida.
También te ofrezco la opción de realizar mi curso "SUPERAR UNA RUPTURA DE PAREJA" que te ayudará a superar esta etapa de tu vida mejor y más rápidamente. Puedes ver más detalles de mi curso haciendo click en:
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Con amor y serenidad,
Lina
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