En el último artículo te hablaba de algunas palabras o expresiones que te dicen tus amigos/as o familia con todo el cariño del mundo para aliviar tu dolor en tu proceso de ruptura de pareja y que no te sirven de mucho.
Hoy quiero hablarte de unas palabras que tienen mucho más peso, y que son las que vienen directamente de ti, hacia ti, es decir, de tu propio diálogo interno.
La mayoría de las veces, estas palabras son tan duras o ‘poco acertadas’ que te dificultan tu avance y te producen todavía más sufrimiento auto boicoteándote continuamente.
Por ejemplo, ¿te suena que te hayas dicho o pensado algo así cómo?
- “Nunca más volveré a tener lo que tenía”
- “¿Qué es lo que hice mal? Si pudiera volver atrás…”
- “No le/la merezco, está claro que no estoy a la altura”
- “Siempre me pasa lo mismo y nunca seré feliz”
- “No sé cómo voy a vivir a partir de ahora”
- “No entiendo cómo no me di cuenta antes, vaya pérdida de tiempo”
- “No puedo confiar en nadie”
- “Voy de fracaso en fracaso”
Y yo te pregunto, ¿de qué te sirve pensar todo esto? ¿te ayuda a avanzar o quizás te bloquea y cada vez estás peor?
En realidad, este tipo de pensamientos, los cuales son muy habituales después de una ruptura, solo te pueden conducir a mantenerte atrapado/a en el pasado, con un gran sentimiento de culpa destructiva y haciendo que tu autoestima esté cada día más afectada y te sientas más debilitado/a emocionalmente hablando.
De esta forma, entras en un ciclo de auto-sabotaje del cual cada vez te resulta más complicado salir por ti mismo/a pasando a poder sentirte víctima de la situación y cayendo en la desesperanza en cuanto a tu recuperación.
Resumiendo, pierdes el control de tu vida, ‘tiras la toalla’ y con ello, la ilusión de poder recuperar tu vida.
Además, si el final encima ha sido doloroso, puede que estés resentido/a y cierres tu corazón a nuevas oportunidades.
Se trata de que una ruptura no puede marcar toda tu vida ni afectar al valor que tienes como persona, eso es muy perjudicial para ti y es depositar demasiado peso sobre una sola área de tu vida no siendo real.
1. Refuerzan Pensamientos Negativos
2. Impiden tu Sanación
3. Fomentan la Desesperanza
4. Dañan tu Autoestima
5. Crean Ciclos de Culpa y Arrepentimiento en bucle
1. Sé amable contigo mismo.
Reconoce que es normal sentirse triste y que estás haciendo lo mejor que puedes en una situación difícil.
2. Reemplaza Pensamientos Negativos con Positivos
Intenta reemplazar los pensamientos negativos con afirmaciones positivas. Por ejemplo, en lugar de pensar "nunca encontraré a alguien como él/ella", puedes decirte "merece la pena encontrar a alguien que me valore por quien soy".
3. Enfócate en la experiencia de vida
En lugar de ver la relación como una pérdida de tiempo, concéntrate en lo que has aprendido y cómo has crecido. Cada experiencia te enseña algo valioso.
4. Habla con un Amigo o un Terapeuta
Compartir tus sentimientos con alguien de confianza puede ayudarte a obtener perspectiva y sentirte menos solo/a en tu dolor. Un/a terapeuta puede ofrecerte herramientas para manejar estos pensamientos de manera más efectiva.
5. Practica la Gratitud
Céntrate en las cosas por las que estás agradecido/a, eso puede ayudarte a cambiar tu enfoque de lo negativo a lo positivo. Esto no significa ignorar tus sentimientos, sino ajustar tu visión.
6. Acepta tus Emociones
Permítete sentir tristeza, enfado o cualquier emoción que surja. La aceptación es el primer paso para la sanación. No te juzgues por lo que sientes; todas tus emociones son válidas.
7. Establece Nuevas Metas y Proyectos Personales
Enfócate en establecer nuevas metas y proyectos que te entusiasmen. Esto puede ayudarte a mirar hacia adelante y encontrar un propósito renovado.
8. Practica el Cuidado Personal
Asegúrate de cuidar de ti mismo/a física, emocional y mentalmente. Actividades como el ejercicio, la meditación y otras actividades que te gusten y disfrutes pueden mejorar tu bienestar general.
9. Sé Paciente contigo mismo/a
Recuerda que sanar de una ruptura lleva tiempo. No te apresures a sentirte mejor y reconoce que el proceso es diferente para cada persona.
Al cambiar la manera en que te hablas a ti mismo/a y adoptar una perspectiva más positiva y compasiva, puedes empezar a sentirte mejor y avanzar hacia un futuro más brillante y esperanzador.
Si llevas un tiempo así y notas que no avanzas, es hora de que tomes acción y pidas ayuda profesional, contacta conmigo y juntos/as seguro que, de forma eficiente, breve y segura, avanzaremos en la línea correcta para que puedas volver a recuperar la ilusión en todas las áreas de tu vida.
Te deseo lo mejor,
Lina
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